Hay muchos tipos de bolillos, de muchas formas, de diferentes maderas que les dan su color característico, incluso de otros materiales como el metacrilato, a cada cual más bonito, y también de muchos precios. ¿Cuál debemos usar? Pues, como todo, dependerá de qué tipo de encaje realices. Así, por ejemplo, si vas a trabajar una labor en la que debes ganchillar muchas veces, te recomiendo bolillos que terminen en punta, porque se introducen mejor por los bucles.
Otra cosa que también debe tenerse en cuenta es el peso de los mismos, si vamos a usar un hilo muy grueso, el bolillo debe pesar, de lo contrario, saldrá disparado cada vez que lo vayamos a coger. Por ejemplo, los de guatambú pesan menos que los de palisandro o ébano.
El tamaño también afecta, si vas a realizar una labor con un número considerable de pares, utilizar bolillos portugueses o gallegos puede que no sean la mejor opción, porque abultan mucho y te dejan menos espacio libre para girar y cruzar cómodamente.
Pensad bien qué bolillos vais a adquirir, pues aunque si bien para aprender solo necesitamos 25 pares, como os decía en otra entrada, enseguida vas a tener que comprar más, pues una labor no muy compleja, pero de cierto ancho, requerirá fácilmente unos 50 pares, por no hablar de técnicas como el encaje de flandes, blonda, etc. que mínimo usas unos 200 bolillos en la misma labor.
Eso sí, yo os recomiendo que trabajéis con los mismos bolillos en una misma labor, no mezcléis tamaños ni formas.
Y para acabar la entrada os cuento que yo uso los que podéis ver en la foto. Son bolillos suizos de unos 10-11cm de largo, y acabados en punta, para ganchillar mejor. También tienen una pequeña barriga en el centro que me permite tensar bien los hilos con solo acariciar un poco los bolillos, ya que yo trabajo con la almohadilla plana.